Platos principales
Los platos más tradicionales de Francia suelen incluir queso entre sus ingredientes, debido como bien se sabe a la amplísima gama de quesos con que cuenta la gastronomía francesa. El pan, la carne de pato o ganso y las cremas o purés suelen estar también muy presentes en las mesas de la mayoría de casas y restaurantes de Francia. A continuación enumeramos cuáles son los principales platos de este país.
Aligot
Junto con el queso, la pasta de patatas se calienta a fuego suave y es muy importante removerla lentamente para obtener la textura que caracteriza a este plato. Además, de esta manera se consigue que el queso se derrita de manera uniforme, lo que hace que la textura final llegue a ser elástica. Finalmente, se le suele añadir mantequilla, ajo o incluso nata fresca.
Quenelle
Se les da forma de una manera un tanto peculiar, ya que para ello se emplean cucharas soperas o bien se hacen directamente a mano. Tradicionalmente, se cocinan “escaldándolas” en caldo de carne (bouillon) o pescado, a veces incluso de cangrejo.
Cassoulet
Este es sin duda un plato de lo más tradicional y popular, por lo que, como suele ocurrir con este tipo de comidas, la receta puede variar de una familia a otra. No obstante, el ingrediente fundamental son las alubias blancas, cocidas junto con trozos de carne y diferentes embutidos (costilla de cerdo, tocino, corteza de tocino, pato confitado, salchichas de Toulouse, etc.).
Fondue de queso
Los quesos típicos que se suelen emplear para la preparación de la fondue son dos: por un lado, el queso gruyère y, por otro, el queso emmental. Éstos se aplican a partes iguales, de manera que el sabor resultante es una mezcla de ambos. No obstante, existen varias clases de fondue de queso según la región en la que se prepare. Así, otros tipos de queso empleados son: vacherin, sbrinz, gruyère de saboya, beaufort y comté.
La receta original es de queso, pero con los años han ido surgiendo multitud de variantes, entre ellas la de chocolate, que se toma como postre. La forma de tomarlo consiste en hundir un tenedor o un pincho pequeño dentro de la olla que contiene el queso derretido muy caliente.
Todos los comensales de la mesa van mojando en ella, por lo que la cazuela es común a todos los comensales. Este plato es altamente calorífico. Si quieres aprender a cocinar una verdadera fondue de queso, te recomendamos echar un vistazo al siguiente vídeo:
Ratatouille
Para la elaboración de este popular plato francés, se realiza un guiso a base de ajo, pimientos, ajo, calabacín, cebollas y berenjenas, de los que se obtienen los diversos colores que caracterizan este rico plato, tal y como puede observarse en la imagen que se muestra más abajo. Por supuesto, no puede faltar el aceite de oliva. Finalmente, es decir, una vez cocinadas todas las hortalizas, se añaden especias variadas, entre ellas tomillo, laurel, albahaca y orégano.
Coq au vin
Cuenta la leyenda que la receta original de este exquisito plato se debe a un chef de Julio César, el famoso emperador de la República romana. De acuerdo con la historia, este cocinero inventó este plato en su afán por concederle un homenaje a su emperador tras la conquista de la Galia. No obstante, muchas son las regiones de Francia que se disputan la invención de este plato, ya que en realidad su origen es incierto hasta la fecha.
Salade niçoise
La receta tradicional es la que se popularizó a partir de 1880 en la Región de Montpellier, según la cual esta salade debe prepararse en un plato llano, sobre el que se posa una “cama” de verduras variadas, entre las que se encuentran las mencionadas anteriormente. Cabe mencionar, no obstante, que la versión original de esta ensalada no incluía ni pimientos rojos ni cebolla ni patata, sino que se empleaban corazones de alcachofa en su lugar.
Magret de canard
El término magret por sí solo equivale en español a magro, es decir, se refiere a un filete de carne magra, que suele provenir de un ganso o pato cebado, siendo muy importante que el ave haya sido cebada previamente, puesto que en ello radica la diferencia entre ser considerado magret o pechuga tradicional.
De este modo, si magret significa magro, canard equivale a pato, con lo que este plato consiste en magro de pato asado. Este plato se elabora con carne magra de pato o ganso cebado, la cual se sirve a filetes. Habitualmente, se sirve con salsa de naranja y de guarnición puede incluirse cuscús, arroz o patatas asadas.
Merluza al beurre blanc
La historia de la invención de la salsa beurre blanc es de lo más curiosa, ya que según cuenta la leyenda, en realidad surgió a raíz de un error cometido por la cocinera francesa Clémence Lefeuvre, quien olvidó echar huevo al preparar una salsa bearnesa (sauce béarnaise en francés).
Quiche lorraine
Este plato es, actualmente, famoso alrededor de todo el mundo. Es básicamente una tarta salada con base de brisa o pasta quebrada y rellena de una mezcla hecha con nata y huevos.
La receta original de la región de Lorena, en realidad, no incluía más ingredientes, pero con el tiempo se ha incorporado otro básico: el queso. También el bacon o jamón york y otras verduras pueden encontrarse en las diferentes variantes de esta receta.
Vichyssoise
Se trata de una crema fría similar a una sopa, aunque en ocasiones puede parecerse más a un puré, dependiendo de lo líquida que quede. También recuerda por su textura al famoso gazpacho andaluz. En cualquier caso, sus ingredientes son: puerro, patata, cebolla, nata y leche. Todo ello se tritura y se sirve tradicionalmente en un tazón o un plato hondo.
El origen de esta crema resulta algo incierto, ya que hay quienes consideran que en realidad es un plato de origen estadounidense. La versión más extendida cuenta que la receta original fue elaborada por el cocinero francés Louis Diat durante la época en que trabajó para el Ritz-Carlton de Nueva York. El cocinero eligió la ciudad de Vichy para darle nombre a su descubrimiento, ya que se ubica cerca de Montmarault, su pueblo natal.
Galette
No obstante, el término galette se suele emplear en la cocina francesa para hacer referencia a un gran número de platos que se caracterizan por su forma circular y su tacto crujiente al paladar. Existe una variante, por ejemplo, llamada galette des Rois (literalmente, galette de reyes), un plato muy típico durante el 6 de enero o Día de los Reyes Magos.
Foie gras
La producción de foie gras se ha prohibido en varios países como Alemania, Argentina, la India, Italia o Gran Bretaña debido a leyes que prohíben la alimentación forzada. Aparte de Francia, los siguientes países también son productores de foie gras: Hungría, Bulgaria, España, EE.UU, China, Bélgica y Canadá.
Confit de pato
La técnica de preparación del confit de pato es de las más antiguas que existe y consiste en salar el trozo de carne y escalfarlo en su propia grasa. El proceso entero dura casi 3 días, ya que el confit se debe dejar untado en sal y ajo durante 36 horas. Se sirve con patatas asadas como guarnición.
Tartine
No obstante, la versión salada de la tartine es muy parecida a los pinchos típicos entre las tapas españolas. Ingredientes como queso, paté o foie gras son los más habituales. El resultado es muy parecido al de la bruschetta, uno de los platos más típicos de Italia. La rebanada de pan puede servirse bien tostada o bien al natural. Por ejemplo, el famoso pa amb tomaca de Catalunya sería un plato muy similar a la tartine.
Bullabesa
La bullabesa cuenta con un plato muy similar dentro de la gastronomía portuguesa: la caldeirada de peixe, el cual a su vez es también muy popular en Galicia (España). Sea como sea, la leyenda acerca del origen de esta sopa cuenta que se empezó a preparar a manos de los pescadores, que realizaban este guiso a fin de utilizar todos los pescados que permanecían en el fondo de sus cestas.
No obstante, algunos autores estiman que el origen se debe al famoso suquet de peix catalán, cuya fama se expandió por los Pirineos en dirección norte ya en el siglo XIX.
Tartiflette
Además del queso reblochon, la tartiflette contiene patatas cocidas, bacon, cebollas, pimienta, crema fresca (llamada crème fraîche en francés), un toque de pimienta y un poco de vino blanco para darle sabor. Todo ello se cocina al horno, de manera que el queso, al estar en la capa superior, queda gratinado.
Raclette
El nombre raclette como tal se refiere a la variedad de queso de origen suizo del mismo nombre, concretamente original del cantón del Valais. Es un queso hecho a base de leche cruda de vaca que, sin fundir, se suele presentar en forma de rueda. Cada rueda suele pesar una media de 6 kg. En las regiones francesas de Auvernia, Bretaña, Saboya y Franco-Condado es donde mayor producción de este tipo de queso existe.
No obstante, el nombre de raclette se aplica hoy en día a la parrilla eléctrica donde se cocina a día de hoy este queso junto con otros ingredientes como patatas cocidas, pepinillos y embutidos. Lo más común es cocinar este plato durante comidas en grupo o celebraciones familiares o con amigos, de manera que los comensales se sientan alrededor de la parrilla en la mesa y van cocinando y poniendo en sus platos lo que quieren.
Además, la parrilla cuenta con una especie de bandeja específica donde se coloca el queso raclette. De esta forma, dado que la bandeja tiene forma de paleta, lo que hace mucho más cómodo echar el queso fundido sobre el resto de comida en el plato (p. ej. suelen cubrirse las patatas y los embutidos con él). En Suiza, además, es muy típico tomar alguna bebida caliente o vino blanco ligero (p. ej. vino Chasselas) para acompañar.
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