Riesling (Blanca
Clásica)
Muy extendida por
todo el mundo desde Alemania, su país natal, es la variedad que mejor se adapta
al clima de estas tierras del Norte de Europa. Muchos expertos afirman que la
Riesling produce los mejores vinos blancos, muy diferenciados del resto por su
fuerza, un bouquet floral, meloso y a veces especiado y un gusto agradable;
además, pueden alcanzar una gran longevidad. Comparte con la Sauvignon Blanc un
aroma exuberante, algo acídulo, aunque es más compleja y larga en la boca.
La Riesling podría
ser la Argitis Minor de los romanos, cepa de origen Griego descrita por
Colmuela, según la teoría enunciada por Balthasar Sprenger en su tratado de la
viña, de 1765. Sin embargo, autores actuales como Hugh Johnson ponen en duda
esta hipótesis, basándose en que los vinos de Argitis eran baratos, corrientes
y de escasa longevidad. Otros expertos piensan que provienen de la selección de
una vid silvestre Alemana. Los blancos que hoy se elaboran en Alsacia son casi
siempre vinos secos (aunque también se producen de vendimias tardías),
generalmente más vigorosos y menos dulces que los Alemanes, y sometidos a una
crianza mínima de 18 meses.
La Riesling está
también presente en Luxemburgo, Suiza, Austria, Checoslovaquia, Rusia,
Eslovenia, Croacia, Hungría, Rumania y España. Fuera de Europa, los vinos más
conseguidos son los Riesling Australianos. Aquí a la cepa se la conoce como
Rhine Riesling para diferenciarla de otros nombres falsos que la han confundido
con la Sémillon, La Chenin Blanc y otras variedades de calidad muy inferior.
La gama de sabores
que se pueden encontrar en los vinos elaborados con base en esta Cepa son:
membrillo, manzanas asadas con especias, miel, manzanas verdes y naranja.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario